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Quédate conmigo.
No puedo prometerte que siempre estaré de buen humor, ni que nunca odiaré el mundo. 
Tampoco sé si dejaré de quejarme algún día por lo horrible que me parece el viento y los días grises, la arena y tu simpleza.
Quizá siga viéndome fea aunque me repitas mil veces que estoy preciosa.
No puedo decirte que cambiaré, mis despertares siempre serán entre quejidos y odiaré el ruido del tráfico.
Pero sí te puedo decir que adoraré despertarme a tu lado, y después pasear cogidos de la mano por la orilla hasta que el cansancio nos venza. 
Me gustaría que hiciéramos todos los días especiales, en la última fila del cine, en nuestros viajes siderales, que conquistaremos todas las calles de nuestra ciudad, y las de todo el mundo si nos dejan.
Puedo decirte con total seguridad que te besaré con más fuerza que nunca cada día que te vea y te estrecharé entre mis brazos, espero que siempre pueda cumplirlo, que la rutina no nos gane, y que la vida nos sorprenda, pero mas que nada que nosotros no dejemos de sorprenderla a ella. 
Cierra los ojos y recuérdame. 
Recuérdame en tu pecho siendo la más feliz del mundo. 
Contagiándote mi risa, ojala en cada primavera que pasemos juntos.
Amándonos ojalá en cualquier lugar, en lo mejor y lo peor que podamos vivir, pero juntos. 

La primera vez que nos besamos, o la primera vez que nos besamos como si el mundo acabara en ese mismo instante. 
Recuerda, recuérdame, recuerdanos siempre en el mejor de los momentos que hemos vivido, y olvida cada uno en el cual hemos desperdiciado el tiempo que tenemos para los dos.
No vale la pena vivir de los malos momentos, vale mas vivir la misma vida en felicidad, y que logremos imponer los buenos momentos a los malos.
Quédate conmigo ojala todo el tiempo posible, los para siempre en verdad son solo subjetivos, pueden ser horas, días o muchos años, solo quédate conmigo todo lo que quieras.