Pensando en la primera vez que quise salir a mira el cielo, recordé que tomaste mi mano y me acompañaste, diciéndome que todas las estrellas estarían felices de que yo las quisiera mirar.
Y cuando juntos salimos de la casa en la que nos encontrábamos y nos tendimos en el pasto para observar el milagro de ver tantas pequeñas luces, descubrí que lo mas bello que ellas preparaban para mi era tenerte junto a mi.
Y cuando juntos salimos de la casa en la que nos encontrábamos y nos tendimos en el pasto para observar el milagro de ver tantas pequeñas luces, descubrí que lo mas bello que ellas preparaban para mi era tenerte junto a mi.
Que cielo mas estrellado el que alumbraba tu rostro, que alegría infinita al mirarme y sonreír. Cuanto tiempo perdido buscando la forma de tenerte en mi brazos como ahora, y fue tan simple como querer apreciar algo que miramos pero no sabíamos observar.
Pensando en la primera ves que caminamos, recordé todo el tiempo que voló entre nuestras manos, que no sentimos en la piel.
Que caminata tan larga y a la vez tan corta! Cuantas veces quise gastar mi tiempo junto a ti, y fue tan simple como caminar juntos.
Pensando en la primera vez que te besé, recordé como se paró el tiempo cuando te mire a los ojos y todo se dio para que en el interior y en mi interior volaran las mariposas.
Cuanto tiempo espere para besarte! y fue tan simple como dejar que hablaran tus ojos.
Que tristeza recordarte y no poder tocarte, estando lejos de ti me gustaría poder olvidarte, pero ahora salgo a caminar y el viento es la única compañía que me dejaste, y el único que como dijiste me respondería con palabras dichas de tu boca.
Las estrellas aquí son mas bellas y pienso que por muy resplandecientes y bellas que sean no son nada sin la inmensa luna, como no son nada sin tus ojos para mirarlas y apreciarlas, y aunque sean las únicas que me miran como tú, ya no me regalan a mi su luz.
Que inmenso recuerdo me producen tus besos! pero tu labios lejanos ya están, quizás algún día se vuelvan a cruzar con mi boca en un beso, tal vez un día...
Solo es tiempo sabrá cuanto queda de esta inmensa y lejana soledad, solo él es el dueño de nosotros y es él el que decidirá como pasará, si será como cuando caminábamos juntos o hará larga esta espera como lo que se demora el aleteo de una mariposa en Hong Kong en desatar una tormenta en Nueva York, como lo que se demora en sentirse este al otro lado del mundo, al otro lado donde estas tú.
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